Autoestima

¿Qué es la autoestima?

Si tienes problemas con tu autoestima, tal vez te sientas inseguro sobre quién eres, constantemente comparándote con los demás o sintiendo que no eres lo suficientemente bueno. Tal vez te haya costado aceptar tus logros o incluso sentirte incómodo cuando te halagan. Cuando la autoestima está baja, la voz interna suele ser crítica, haciendo que te cuestiones a ti mismo y tus decisiones. Recuperar la confianza en ti mismo es el primer paso para vivir de manera más plena y auténtica. 

La autoestima es esa voz interna que define cómo nos percibimos a nosotros mismos. Es el amor que nos damos, el valor que asignamos a nuestras acciones y el concepto que tenemos de quiénes somos en el mundo. Sin embargo, la autoestima no siempre es algo fácil de cultivar. En una sociedad que constantemente nos compara con estándares de belleza, éxito y perfección, es fácil perderse en un mar de expectativas ajenas. Desde pequeños, nos bombardean con lo que se espera de nosotros, y cuando no cumplimos con esas expectativas, nuestra autoestima sufre.

Este proceso de comparación, aunque natural, se convierte en un problema cuando nos hace sentir que nunca somos suficientes, que siempre debemos estar haciendo más, siendo más. Las redes sociales, los medios y la publicidad alimentan esta idea de que necesitamos mejorar constantemente para ser valiosos, lo que lleva a una autocrítica constante y a la falta de aceptación. Y ahí es cuando la autoestima se comienza a tambalear.

¿Por qué es tan difícil mejorar la autoestima?

La dificultad radica en que la autoestima no solo depende de lo que creemos que somos, sino también de las expectativas y juicios externos que asumimos como propios. Crecer en un entorno donde se nos compara constantemente con los demás puede generar una visión distorsionada de lo que realmente somos. La autoestima baja se alimenta de la autocrítica y la incapacidad para reconocernos como valiosos en nuestras imperfecciones.

Es fácil caer en la trampa de sentir que necesitamos cumplir con los logros o características de los demás para ser suficientes. La ansiedad por querer ser perfectos y el miedo al rechazo nos mantienen atrapados en un ciclo interminable de insatisfacción. Pero, lo cierto es que la autoestima no debería depender de esos estándares; lo que nos hace valiosos es nuestra autenticidad y nuestra capacidad para aceptarnos tal como somos.

¿Por qué buscar ayuda profesional?

Un psicólogo especializado en autoestima puede ayudarte a descubrir de dónde provienen esas creencias limitantes y cómo se pueden transformar. Trabajar en la autoestima no es un proceso de "arreglar" algo que está roto, sino más bien de reconectar con el amor propio y la aceptación. Un profesional te ayuda a identificar las influencias externas que afectan tu autovaloración y te enseña a liberarte de ellas.

Es como si te dieran las herramientas para ver y cuidar de ti mismo de una manera que no habías aprendido antes. Nadie nace con un manual sobre cómo manejar su autoestima en un mundo que constantemente cambia las reglas. A veces, tener a alguien que te acompañe en este proceso es lo que te permite reencontrarte contigo mismo, soltar las expectativas ajenas y abrazar lo que realmente eres.